Medio siglo después, el uso de la píldora sigue generando polémica y enfrentando opiniones
01/02/13
La Agencia Nacional Francesa de Seguridad de los Medicamentos retira la píldora Diane 35
Marion Larat, una francesa de 18 años, demandó a la marca farmacéutica Bayer por un derrame que asegura que fue consecuencia del consumo del anticonceptivo ‘Meliana’. A este caso le siguieron otras denuncias, lo que bastó para avivar la polémica en torno a las píldoras anticonceptivas. Este miércoles, el controvertido debate se cobraba su primera víctima y la Agencia Nacional Francesa de Seguridad de los Medicamentos (ANSM) anunciaba la decisión de suspender la autorización de venta de la píldora Diane 35.
La medida ha venido motivada por la posible relación entre el fármaco y la muerte de cuatro mujeres en el país galo. Si bien se trata de un medicamento indicado para fines dermatológicos, su efecto de inhibición de la ovulación ha llevado a muchas mujeres a utilizarlo como método anticonceptivo pese a que las autoridades sanitarias y científicas lo desaconsejan. En España, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no se plantea retirar Diane 35 del mercado, asegurando que no es necesario. «Hace siete años que aquí no se comercializa como anticonceptivo», cuentan fuentes oficiales, «lo que significa que estamos unos cuantos años por delante de ellos», añaden refiriéndose al país vecino.
En junio de 2011 la píldora celebró su 50 cumpleaños, pero medio siglo de vida no ha sido suficiente para convencer a todos de sus bondades. «Siempre ha habido una lupa puesta sobre la píldora», apunta el doctor Ezequiel Pérez Campos, portavoz de la Fundación Española de Contracepción. «En sus comienzos, hubo sectores muy contrarios que protagonizaron una auténtica cruzada de tipo ideológico contra este fármaco y de ahí viene buena parte de la reticencia por parte de las mujeres a usar este método anticonceptivo hoy», añade.
Ezequiel Pérez: «Hubo sectores que protagonizaron una auténtica cruzada de tipo ideológico contra la píldora»
Para el doctor, este escepticismo social en torno a la píldora ha llevado a la creación de falsos mitos y prejuicios alrededor del fármaco, agudizados en los últimos días por el anuncio de una revisión de los anticonceptivos de última generación por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), debido al riesgo de aparición de trombos que conlleva su consumo. La coordinadora del Centro Joven de Anticoncepción y Sexualidad de Madrid, Diana Lozano, reconoce que ya están preparados para hacer frente a la alarma social que va a seguir a todas estas informaciones. «Esperamos repercusión en el aumento de llamadas y dudas por parte de las mujeres que usan este método anticonceptivo», cuenta la psicóloga y sexóloga Lozano, «pero lo cierto es que no existe motivo para la alarma, ya que de momento no ha habido ningún cambio ni nuevas informaciones oficiales», añade.
La importancia de una prescripción seria
El principal motivo que ha llevado a la EMA a revisar este tipo de píldoras, es el incremento de las posibilidades de padecer una trombosis. Sin embargo, Pérez Campos asegura que se trata de un «riesgo relativo y muy controlado». El doctor reconoce que es el efecto secundario más grave, pero insiste en que hay muy poca incidencia: «Se dan entre 2 y 4 casos cada 10.000 mujeres que toman la píldora». «Probablemente cualquier otro fármaco conlleva unos riesgos superiores de otro tipo de patologías, pero no plantea tanta polémica como los anticonceptivos, que están sometidos a mayor control», añade Pérez Campos.
«Existen una serie de parámetros que se aplican para saber si una mujer puede usar la píldora o no»
Los efectos secundarios no deseados de la píldora pueden evitarse en gran medida con una prescripción meticulosa de acuerdo con los criterios que marca la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Española de Contracepción (SEC). Diana Lozano asegura que en cuanto existe la mínima sospecha de incompatibilidad en una paciente, se hacen más pruebas o se recurre a otros métodos anticonceptivos.
En este sentido, Pérez Campos, explica que existen una serie de parámetros muy estudiados que se aplican para saber si una mujer puede usar la píldora o no. «Con un buen historial clínico, su peso y su presión arterial se puede saber si son necesarias nuevas exploraciones y análisis o si, directamente, no se le puede prescribir la píldora», señala el doctor. Algunas de estas circunstancias que contraindican la concepción hormonal combinada (píldora, parche o anillo) son la hipertensión arterial, diabetes de larga evolución, tumoraciones hepáticas, llevar menos de seis meses de lactancia o estar en los primeros 21 días después de un parto.
Mitos y verdades sobre la píldora
Los especialistas del sector están de acuerdo con ser cautos y estudiar el tema con profundidad, pero coinciden en que el debate social no hace más que crear alarma e intranquilidad, que con el tiempo desembocan en nuevos mitos y prejuicios sobre la píldora.
Entre los efectos secundarios de este fármaco destacan los cuadros tromboembólicos ya mencionados y la capacidad de potenciar la acción del virus del papiloma, incrementando al cabo de 10 años la incidencia del cáncer de cérvix. Por otro lado, el doctor Pérez Campos hace referencia a cierta «cancerofobia» a la hora de hablar de la píldora. «Se le ha llegado a atribuir relación con el cáncer de mama, lo que no es cierto. Además, en el 2012 se demostró que el número de muertes por cualquier tipo de cáncer entre mujeres que han utilizado la píldora es menor que en aquellas que no la han consumido. En concreto, el cáncer de endometrio y el de ovario disminuye más de un 50% entre quienes han usado la píldora anticonceptiva», explica el doctor y portavoz de la Fundación Española de Contracepción.
