Lic. Violeta López Ortiz: “La enfermería como promotora de derechos, garante de seguridad y puente entre ciencia, empatía y justicia reproductiva”.

WEBINAR SEC (ESPAÑA)- COEEPEM (MÉXICO) (2)

23/10/25

“El modelo mejicano de acompañamiento en la interrupción del embarazo resulta un avance transformador de la profesión”.

“Sitúa el cuidado de enfermería en el centro de la experiencia humana del aborto seguro”.

P rofesionales de la Sociedad Española de Contracepción y del Colegio de Especialistas en Enfermería Perinatal de México (COEEPEM) participaron en el webinar o encuentro telemático entre España y México. La segunda de las ponencias versó sobre: “Modelo de acompañamiento para el aborto seguro en México”, expuesta por Tsanda Violeta López Ortiz Licenciada en Enfermería y Obstetricia por la UNAM. Especialidad en Enfermería Perinatal. Máster en desarrollo infantil y atención temprana (Universidad de Valencia).

La evolución del aborto seguro en México y la profesionalización de enfermería se concatenan en un proceso histórico donde ambos campos experimentan una transición de una transformación del paradigma, reconociendo la autonomía, la ética y el cuidado como elementos intrínsecos de la práctica humanística contemporánea. Tanto la profesionalización de la enfermería como el acceso al aborto seguro componen dos asuntos centrales. El acompañamiento en un aborto seguro es un derecho que tenemos todas las mujeres que podemos gestar durante nuestro ciclo reproductivo.

En Latinoamérica el acceso al aborto no era tan común hasta principios del siglo XXI. Antes en México y otras comunidades era penalizado. Era considerado un delito. Fue hasta 2007 de manera voluntaria hasta las 12 semanas de gestación. Es verdad que se permitía el aborto, pero en casos muy específicos como violación o riesgos para la vida. En 2007, de manera autónoma y por decisión de las mujeres es cuando de verdad se registra un cambio al ser legalizado, si bien el cambio no se explota hasta 2019 que es cuando se legaliza en el segundo estado del país, Guajaca (Oaxaca). Consecutivamente varios estados van adquiriendo autonomía y se completa la denominada “marea verde”. En el 20-21 la Suprema  Corte de Justicia condena, a nivel nacional la penalización del aborto como un acto anticonstitucional, lo que da pie a muchos movimientos a nivel nacional, secundados en otros países de Latinoamérica.

“Es entonces cuando el Colegio de Especialistas, junto a IPAS México (organización no lucrativa que trabaja para asegurar que todas las mujeres y personas con capacidad de gestar puedan elegir sobre su reproducción en territorio nacional) empieza a elabora el modelo de acompañamiento en aborto seguro. En paralelo, a escala nacional. México empieza a trabajar en el reconocimiento de la enfermería como licenciatura que hasta ahora se centraba en la atención a partir del puerperio. La resolución de la Corte Suprema abre el campo de atención sanitaria”.

Estandarizar la atención

El modelo de acompañamiento surge para estandarizar la atención de enfermería durante la interrupción del embarazo (ILE) y el postaborto, promoviendo un cuidado integral, respetuoso y libre de estigma. Reconoce que el aborto seguro es un derecho humano y reproductivo. Enmarca que la enfermería tiene un papel clave para garantizar una atención digna, ética, empática y basada en evidencia, fortaleciendo el derecho de las mujeres a decidir.

Se sustenta en la teoría del cuidado transpersonal de Jean Watson, que prioriza la relación empática, la dignidad y la comprensión integral de la persona. Integra el enfoque de Atención Primaria en Salud (Alma Ata, 1978), centrada en la participación comunitaria, el respeto y la accesibilidad. Se fundamenta en los derechos sexuales y reproductivos y promueve el respeto al artículo 4º de la Constitución de México: decidir libre e informadamente sobre la reproducción. Posiciona el trato humano como un objetivo supremo de la enfermería.

El objetivo general del modelo es garantizar el acompañamiento integral y con enfoque de derechos humanos a las mujeres durante la ILE. Tiene como fines específicos describir el rol de la enfermería en la atención integral durante la interrupción; fortalecer el cuidado emocional y físico a lo largo de todo el proceso; promover decisiones informadas y seguras e impulsar servicios respetuosos basados en la evidencia científica.

Como sustento metodológico del modelo toma aspectos de la atención primaria en la salud (Promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación) todo lo que marca la ampliación del rol de las enfermeras y enfermeros (Autonomía profesional, diversificación de servicios y atención a la SSR), buscando la responsabilidad profesional, así como la compartida y la autogestión de la salud en las usuarias (Autogestión en salud y responsabilidad compartida).

1.Toma de decisiones

La estructura del modelo se basa, según detalló la licenciada Violeta López Ortiz, en cuatro grandes componentes: Acompañamiento en la toma de decisiones; acompañamiento terapéutico durante el procedimiento; consejería postaborto y salud sexual y reproductiva y equipo multidisciplinario en salud.

Lo que busca el acompañamiento en la toma de decisiones es implementar una metodología de interacción y comunicación interpersonal voluntaria; potenciar el empoderamiento y la seguridad por medio de la orientación de opciones que facilitan la toma de decisiones. El profesional de enfermería deberá integrar estrategias que le permitan rastrear los casos de forma presencial y a distancia promoviendo las gestiones necesarias para salvaguardar la dignidad y seguridad de la mujer, con métodos y tecnologías científicamente fundadas y socialmente aceptables.

Los puntos clave exigen conocer la normatividad, evaluar la factibilidad del caso, conocer la trazabilidad del acceso al servicio (se ha pasado de la medicabilidad a la autogestión de las usuarias), identificar las redes de apoyo, dirigir y facilitar en forma presencial o a distancia y gestionar la rastreabilidad de los casos.

  1. Acompañamiento terapéutico

El acompañamiento terapéutico durante el procedimiento facilita el diagnóstico y tratamiento oportuno para las respuestas humanas asociadas a los procedimientos. Potencia el empoderamiento y la seguridad de la mujer por medio de la autogestión de la propia salud. Por medio de intervenciones de enfermería basadas en la evidencia científica bajo la implementación del proceso de atención de enfermería. (estar presente física y emocionalmente durante la evacuación uterina (AMEU, medicamentos), intervenir ante respuestas como miedo, ansiedad o dolor, aplicar medidas de confort: comunicación efectiva, trato amable, privacidad y control del dolor y favorecer la autogestión de la salud y la seguridad de la paciente).

3.Consejo postaborto

El consejo en el postaborto y salud sexual y reproductiva demanda ofrecer información sobre métodos anticonceptivos y planificación familiar; refuerza las redes de apoyo emocional, familiar y comunitario. Detecta signos de duelo, depresión o violencia canaliza oportunamente. Promueve la continuidad del cuidado y acceso a los servicios de salud. Reducir las posibles respuestas como la ansiedad, el miedo y el dolor

4.Equipo multidisciplinario

El modelo reconoce que la atención integral en la interrupción del embarazo no puede ser responsabilidad de un solo profesional, sino de un equipo interdisciplinario que aborde las dimensiones biológicas, psicológicas, sociales y éticas del proceso. Su propósito es garantizar una atención coordinada, empática, segura y libre de juicios, colocando a la mujer en el centro de las decisiones sobre su salud reproductiva.

Se propone que el acompañamiento involucre a profesionales de enfermería (eje de la atención terapéutica, orientación, manejo del dolor, contención emocional y educación en salud).

Médico/a general o gineco-obstreta: diagnóstico clínico, valoración del estado gestacional, elección del método más seguro (farmacológico o quirúrgico) y supervisión médica).

Psicólogo(a o profesional en salud mental: apoyo emocional, intervención en crisis, abordaje del duelo y fortalecimiento del vínculo afectivo posterior.

Trabajador social: gestión de redes de apoyo, evaluación del entorno familiar y canalización a servicios sociales).

Personal administrativo y de apoyo: manejo de confidencialidad, citas, seguimiento y resguardo de información sensible.

El personal de enfermería se concreta como un agente de cambio, un profesional que acompaña y no solo es un ejecutor técnico: Fomenta la confianza, seguridad y contención emocional. Aplica el Proceso de Atención de Enfermería (PAE) con enfoque humanizado y trabaja en equipo multidisciplinario para garantizar calidad y calidez asistencial.

Contexto jurídico mejicano

La licenciada Violeta López Ortiz detalló que “el contexto jurídico reciente de México cambia constantemente y sigue modificándose en torno a la despenalización del aborto. Cada vez son más los estados que permiten la interrupción legal que no necesariamente tenga que ver con violencia sexual o riesgo para la vida. El contexto actual invita a una armonización normativa para integrar lo referente a las recomendaciones nacionales e internacionales acorde con el lineamiento del Aborto Seguro (2022)”.

La  reciente aprobación de la Norma 020-SSA-2025, que reconoce formalmente la partería profesional en la atención materna y neonatal, permite ampliar las actividades y el rol de las y los profesionales de enfermería en torno a la atención del aborto seguro. Actualmente el 96% de los partos se atiende en hospitales de segundo nivel, lo que ha llevado a una saturación de servicios y a prácticas que evidencian una violencia obstétrica que es más estructural y más referente a cuestiones sistémicas. La norma lo que busca es descentralizar la atención al parto de bajo riesgo, del segundo al primer nivel y reconocer a otras y otros profesionales  como agentes capaces de acompañar y otorgar servicios asistenciales de calidad en el continuo de la salud sexual y reproductiva.

Enfermería=partería profesional

La Norma 020-SSA-2025 reconoce la enfermería como partería profesional en México. Son considerados parteros(as) profesionales quienes egresan de programas oficiales en Partería, Licenciatura en enfermería y obstetricia y Especialidad en enfermería perinatal. Se reconoce que poseen las competencias académicas y clínicas para brindar servicios de partería en apoyo a procesos saludables y fisiológicos con enfoque humanista, integral y centrado en la salud física y emocional de la persona gestante y su recién nacido. Lo que permite esta norma es ampliar el campo de participación de enfermería obstétrica y perinatal, no reduciéndola a los médicos generales o especialistas.

Los retos para seguir avanzando en el aborto seguro se centran en la actualización del modelo: integrar formalmente la figura de enfermera/os parteros profesionales en el modelo de acompañamiento: redefinir funciones y competencias dentro del equipo multidisciplinario conforma la NOM-020-SSA-2025 e incorporar la atención a personas gestantes y con capacidad de gestar, en consonancia con el enfoque inclusivo de la norma, promoviendo con mayor énfasis la autonomía corporal.

Sensibilizar a las instituciones para romper paradigmas jerárquicos y reconocer a la partería profesional como servicio esencial de salud materna y neonatal, incluida la atención el aborto seguro. Impulsar la formación continua en los diferentes perfiles de partería profesional con énfasis en la atención del aborto seguro.

Conclusiones

La Licenciada mejicana Violeta López Ortiz terminó su ponencia son las siguientes conclusiones:

El modelo de acompañamiento a mujeres en situación de interrupción del embarazo representó un avance transformador al colocar el cuidado de enfermería en el centro de la experiencia humana del aborto seguro.

Hoy la NOM-020-SSA-2025 y el Lineamiento de Aborto Seguro abren una oportunidad inédita para que la enfermería transite de un acompañamiento asistencia a un acompañamiento con autonomía, liderazgo y toma de decisiones clínicas fundamentales en evidencia.

La reconstrucción del modelo implica fortalecer las competencias técnicas, éticas y comunicativas del personal de enfermería, reconociéndole como partería profesional capaz de prestar atención integral en el continuo reproductivo: desde la consejería hasta el seguimiento postaborto.

Esta actualización no solo responde a un cambio normativo, sino a una modificación de paradigma: la enfermería como agente de transformación social, promotora de derechos, garante de seguridad y puente entre la ciencia, la empatía y la justicia reproductiva.

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