La vacuna del papilomavirus no abre la puerta al sexo de riesgo

17/02/15

Dr. Modesto Rey: «la educación sexual es la única prevención primaria que realmente funciona»

U na investigación realizada por científicos de las Universidades de Harvard y Southern California confirma que vacunar a las adolescentes contra el papilomavirus no invita a un inicio precoz de la actividad sexual o propicia prácticas de riesgo por una falsa sensación de protección total.

Hace poco más de dos años, un estudio en  publicado en la revista Pediatrics ya demostró que esta vacuna no altera en ningún modo el comportamiento sexual de quien la recibe y, ahora, el nuevo trabajo publicado en JAMA Internal Medicine ratifica sus conclusiones y señala que su uso no se asocia con una vida sexual poco segura.

De todo ello se ha ocupado la redacción de El Mundo que, en su apartado de Salud ha publicado  la siguiente información “Un grupo de investigadores de las Universidades estadounidenses de Harvard y Southern California, realizaron un seguimiento entre 2005 y 2010 a 21.610 chicas que se habían vacunado frente al papiloma entre los 12 y los 18 años y los compararon con otras 186.501 jóvenes de las mismas edades y procedencia que, en cambio, no habían recibido la inmunización.

Entre otras cosas, los científicos valoraron las enfermedades de transmisión sexual (ETS) que habían sufrido las chicas tanto antes como después de la vacuna -en caso de haberla recibido- en un intento por averiguar si el ‘pinchazo’ había provocado algún efecto en su comportamiento y, en última instancia, si había generado una especie de licencia para el sexo sin protección.

Los resultados mostraron que «la vacuna frente al papilomavirus no se asociaba con un incremento en las enfermedades de transmisión sexual», lo que, según los investigadores, demuestra que la vacunación no promueve las relaciones sexuales sin protección.

En la revista médica, los investigadores subrayan que las tasas de ETS eran más altas entre las mujeres vacunadas, pero esta diferencia era palpable tanto antes como después de la inmunización, por lo que no puede achacarse a la vacuna ningún cambio de comportamiento.

Es posible, sugieren, que en Estados Unidos las mujeres activas sexualmente sean más proclives que el resto a solicitar la vacuna ya que saben que tienen más riesgo de adquirir el virus del papiloma humano.

En el país norteamericano, apenas un tercio de la población femenina de entre 13 y 17 años ha recibido las tres dosis de la vacuna que se recomiendan para la inmunización, según datos de 2013 citados en el estudio.

Con estas tasas tan bajas, señalan los investigadores, los datos obtenidos deben servir para que médicos, padres y responsables políticos se reafirmen en que esta vacuna no tiene ninguna relación con prácticas sexuales poco seguras.

Portavoz de la SEC

Para  el Dr. Modesto Rey, portavoz de la Sociedad Española de Contracepción y miembro de la Junta Directiva, estos datos vienen a corroborar una percepción que ya tenían los especialistas. «Pasó lo mismo con la libre prescripción de la píldora del día después; se dijo que aumentaría las prácticas de riesgo, pero los estudios sistemáticos han demostrado que no es verdad», señala.

«No se establece una dirección directa entre la vacunación y el riesgo de enfermedades transmisibles», señala Rey, quien subraya que «la educación sexual es la única prevención primaria que realmente funciona».

Respecto a la vacunación frente al papiloma, el Dr. Rey lamenta la «tremenda heterogeneidad que existe en España»: «En Andalucía, las tasas de vacunación apenas alcanzan el 50%, mientras que en otras comunidades, como Castilla y León, son superiores al 80%», añade.

Esas diferencias, continúa, impactan directamente, sobre la utilidad y el coste-efectividad de la medida, ya que «por debajo de un 75%-80% de vacunación, la eficacia a nivel de salud pública se pierde en gran parte».

Aunque la vacuna es gratuita en todo el país, en muchas regiones fallan los canales de información y aplicación, concluye.”

Enlace al reportaje 

Modesto
Dr. Modesto Rey Novoa
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Fuente: www.elmundo.es