La Dra. Isabel Silva alerta en La Vanguardia contra la hormonofobia

30/05/24

Ante el creciente miedo a la píldora y a los tratamientos hormonales: Información profesional.

Los bulos de las redes sociales provocan que muchas mujeres rechacen las terapias más idóneas

L a Vanguardia ha publicado un amplio reportaje sobre la hormonofobia en el que ha participado la vicepresidenta de la Sociedad Española de Contracepción, Dra. Isabel Silva Reus. El trabajo periodístico, firmado por Eva Millet, proviene de que  los especialistas detectan cada vez más mujeres que rechazan los anticonceptivos hormonales por miedo a los supuestos efectos secundarios. La desinformación en redes sociales incrementa la idea de que las hormonas no son naturales y que, incluso, son dañinas. Esta nueva fobia también se da entre mujeres que, en la menopausia, rechazan la terapia de reemplazo hormonal.

Las equívocas interpretaciones, los mitos erróneos y las falsas informaciones han llevado a participar a la Dra. Silva a aclarar conceptos. Recuerda, a modo de ejemplo de cuanto ocurre en las consultas de ginecología, que un día una paciente le dijo que no quería la píldora anticonceptiva “porque temía que, al tomarla, le gustaran ‘los hombres menos hombres’”, esta ginecóloga supo que había llegado el momento de hacer algo. “Cuando le pregunté qué quería decir ‘hombres menos hombres’, me dijo que no lo sabía, pero que lo había oído en TikTok…”, recuerda. No era la primera vez que, en su consulta, esta red social se esgrimía como fuente de información para rechazar un anticonceptivo hormonal: las desinformaciones de ese tipo son cada vez más habituales en las redes sociales.

“Desde internet, agrega Isabel Silva, se ha ido construyendo un discurso de miedo y desconfianza en torno a los anticonceptivos que funcionan a base de hormonas. Un discurso que ha calado entre las más jóvenes, quienes se informan a través de las redes. Desde los “hombres menos hombres” a la aparición de vello, pasando por el aumento del peso, la ausencia de libido o el miedo a la esterilidad: la desinformación sobre la anticoncepción hormonal campa a sus anchas.

 

Influencers desinformados y con poder

“Vivimos en un mundo en el que los influencers tienen mucho poder y poca información y, realmente, gente sin ningún tipo de formación hace aseveraciones de todo tipo. Es un fenómeno que venimos observando entre los compañeros”, apunta la doctora, que trabaja en la Unidad de salud sexual y reproductiva de Villena, Alicante. Silva es también vicepresidenta de la Sociedad Española de Contracepción, que el pasado mes de marzo desarrolló en Logroño su congreso anual. Fue el decimoséptimo, pero el primero que tuvo una mesa dedicada a la ‘Hormonofobia’: el miedo a las hormonas. Un fenómeno que, como concluyeron los ponentes, va en aumento.

Y es que la idea de que las hormonas “no son naturales” acompaña a estos falsos mitos que circulan por internet. Desinformaciones que, alertan los expertos, representan un obstáculo para una anticoncepción efectiva y segura. Con tal de evitar usar anticonceptivos como la

píldora, el parche o el anillo hormonal, dice la doctora Silva: “Algunas acuden a cosas que no tienen ningún sentido. Remedios que, nos dicen, vieron en alguna red social… Y luego vienen embarazadas y no quieren ese embarazo. Eso es un drama personal y un fracaso para nosotros”.

Otras jóvenes recurren a métodos como el DIU (el dispositivo intrauterino) de cobre, que no todas pueden utilizar a estas edades. Otras, añade Silva, usan el preservativo: “Que, bien usado, está muy bien, pero nosotros siempre hablamos de la doble protección, que es una responsabilidad compartida”. Lo que sea, en definitiva, antes de utilizar un anticonceptivo que lleve hormonas y cuyo emblema es la píldora. Un rechazo, añade Silva, que también tiene repercusiones sociales: “Porque la píldora anticonceptiva, al separar la sexualidad de la reproducción, fue importantísima para la igualdad de la mujer: un hito en la historia de la medicina y de la salud”.

En una cuestión tan importante como es la salud sexual y reproductiva, esta especialista insiste en que: “Hay que informarse bien, acudiendo a las unidades específicas o a tu ginecólogo o ginecóloga”. Su llamamiento tiene sentido dado que, según datos de la Sociedad Española de Contracepción (SEC), el 44,7% de las jóvenes no van al profesional sanitario para este tipo de consultas.

Con una buena información, añade la doctora Silva, no solo se derrumban esos mitos que hoy acompañan a la píldora y a las hormonas en general, sino que también se informa de sus efectos beneficiosos (“que los hay, y muchos”), empezando por el hecho, no

baladí, que evita un embarazo indeseado. Ante las dudas, insiste: “Siempre hay que recurrir a una fuente profesional, no a una amiga que te va a dar una información de una red social. Quizás nosotros tenemos un poco de culpa, de no salir más a las redes, pero es que no damos abasto…”, reflexiona la ginecóloga.

 

También en la menopausia

Pero estos mitos no solo existen entre las más jóvenes: la desinformación también se da en la etapa de la menopausia, donde las hormonas (o más bien, su caída en picado), juegan un papel protagonista. La menopausia es un proceso biológico en el que el ovario deja de liberar óvulos y se produce una cantidad menor de estrógeno y progesterona, lo que tiene consecuencias de diversa índole: de los clásicos sofocos al insomnio, pasando por la pérdida de memoria e, incluso, la depresión.

Pese a que la menopausia incide en la calidad de vida de millones de mujeres, la opción de la terapia hormonal sustitutiva causa muchos recelos. Y, en sintonía, internet bulle de influencers que aconsejan buscar soluciones ‘naturales’ para paliar unos síntomas de algo que, insisten, es ‘natural’. El mensaje es comprarse un abanico y aguantar antes de (¡vade retro!) ingerir hormonas para compensar su drástica pérdida.

 “Somos hormonas, andantes”, añade la doctora Silva en el reportaje de La Vanguardia. “La gente no se da cuenta, pero es así: tenemos una insulina que nos regula la glucosa, tenemos una hormona tiroidea que nos regula la tiroides y, cuando alguien tiene un déficit de hormona tiroidea, nadie se plantea el no dar una hormona para regularlo. Sin embargo, cuando tenemos un déficit, como sucede en la menopausia, hay gente que se cuestiona compensarlo… Lo que hay que tener en cuenta es que con el tratamiento hormonal, ya sea anticonceptivo o para la menopausia, nosotros, los profesionales, lo estamos regulando”.