Entrevista al Dr. Lertxundi en la revista Diálogos sobre las recomendaciones presentadas al Parlamento Europeo

L a revista Diálogos, de la Federación de Planificación Familiar Estatal (FPFE) ha publicado en su número 107, una entrevista con el Dr. Roberto Letxundi sobre la objeción de conciencia. La publicación, que destaca en portada la frase “Los derechos de las mujeres están por encima del derecho de los médicos a la objeción de conciencia”. El Dr. Lerxtundi es miembro del Comité Ejecutivo de la Sociedad Europea de Contracepción (ESC). En los dos últimos años ha liderado un estudio sobre la objeción de conciencia de los profesionales de la salud sexual y reproductiva en Europa, y cuyos resultados se han presentado en forma de recomendaciones al Parlamento Europeo con el objetivo de que sirvan para una futura legislación que respete los derechos de las mujeres a decidir sobre sus opciones de maternidad.

 

En la revista Diálogos se alude a las recomendaciones hechas al Parlamento Europeo para que siempre se legisle pensando en el bienestar de las mujeres sometidas a un proceso de aborto. El equipo que encabeza el Dr. Lertxundi propugna que se establezca que los derechos de las mujeres están por encima de los derechos de los médicos, “la objeción es un derecho individual, no colectivo, por lo tanto, no puede haber instituciones objetoras”.

Entre las recomendaciones destaca la dirigida a los médicos, considerando que la objeción ha de ser siempre individual y no obstaculizar el derecho de la mujer a obtener un servicio de aborto. “Si usted es objetor ante los derechos de las mujeres a la libre maternidad, ¿paraqué va a trabajar en un servicio de ginecología que, tal y como regula la ley, incluye la realización de abortos?

Según especifica el Dr. Lertxundi, la objeción de conciencia al aborto “no es un derecho constitucional sino un derecho legal, establecido en la ley de salud sexual y reproductiva de 2010”.

Destaca, asimismo, que los hospitales españoles están trampeando, en general. No atienden las demandas de aborto de las mujeres, que se transfieren al sector privado. “Hay que dar las gracias a que se cuenta con muchos médicos que practican abortos, que son una gente admirable porque lo hacen muchas veces contra una parte de la opinión pública, exponiendo su prestigio profesional y en medio de acciones agresivas contra ellos y ellas. Su papel no sólo hay que reivindicarlo, sino, también, ensalzarlo”.

No obstante, el Dr. Lertxundi se muestra optimista porque “el aborto no es un problema. Con la ley de 2010 no ha aumentado el número de abortos, al contrario, ha decrecido; no se practican abortos en condiciones inseguras, precarias o humillantes; no significan un gran gasto para el erario público. Y la gran mayoría de la sociedad no está planteando ningún debate. La sociedad española ha admitido el derecho de las mujeres a la libre maternidad, y cualquier intento de retroceso se va a encontrar con un muro. Las mujeres lo van a denunciar”.