L a información y la planificación resultan aspectos fundamentales tanto para la salud sexual y reproductiva como para abordar la contracepción. Por ello la Encuesta de Anticoncepción en España 2024 de la SEC (Sociedad Española de Contracepción) y la Fundación Española de Contracepción (FEC), Hábitos de la población femenina en relación al uso de métodos anticonceptivos, dedica una destacada atención ambos apartados con la muestra entre cerca de 2.000 mujeres de 15 a 49 años.

Información y planificación

Según los resultados de la consulta, la mayoría de las mujeres (67,7%) ha acudido a su médico de atención primaria, a un ginecólogo, matrona o un centro de planificación para que le indique cuál es el método anticonceptivo más idóneo en su caso.

El análisis evolutivo muestra que se registra un incremento de esta consulta, de manera que se aproxima a la cifra registrada en 2016, año en que se observa la más alta (68,4%). Si bien en 2014 el porcentaje estaba en el 60,1 y en 2022 en 62,2. Ha descendido, asimismo, el dato de las que no visitan a su médico o ginecólogo, quedando en el 31,7% después de haber pasado en la última década por porcentajes que llegaron al 39,8 en 2014, lo que significa que cada vez más de ponen en manos del profesional.

La asistencia de las mujeres a alguna consulta médica para que les indiquen el método anticonceptivo más apropiado a cada circunstancia, tiende a aumentar con la edad. Entre los 15 y 19 años acuden a consulta el 41,7%. A partir de los 20 años, se eleva la visita médica, práctica que alcanza su mayor frecuencia entre los 30 y 34 años (73,1%).

El comportamiento de no acudir a alguna consulta médica para planificar el uso de métodos anticonceptivos se incrementa entre quienes tienen pareja estable aunque no conviven, y especialmente entre las mujeres sin pareja estable.

Métodos reversibles de larga duración

Preguntadas sobre si les han informado y ofrecido la posibilidad de utilizar métodos anticonceptivos de larga duración reversibles, como el DIU o el implante, el 53,9% afirma que sí se les ha orientado e informado sobre la posibilidad de utilizar  alguno de los de larga duración, como el DIU o el implante.

Partiendo de un 40% de mujeres de 15 a19 años a las que se ha ofrecido esta opción, tal circunstancia tiende a incrementarse con la edad, aunque con un momento de descenso que se observa entre de 30 a 34 años.

La comodidad es la ventaja percibida más destacada respecto al uso de anticonceptivos de larga duración. El 56,7% de las mujeres de 15 a 49 años está de acuerdo en señalar esta cualidad. En segundo lugar, un 31,43% destaca como prelación una mayor eficacia anticonceptiva.

En tercer lugar, con un 27,6%, destaca la mayor seguridad que ofrecen estos métodos para la salud de la mujer. Cerca de una cuarta parte, alude a una cuestión económica, de ahorro a largo plazo.