Encuesta de Anticoncepción en España 2024
27/09/24
Hábitos de la población femenina en relación al uso de métodos anticonceptivos 2024.
La edad en el inicio de las relaciones se sitúa en los 16.3 años.
El 23,2% de las mujeres en edad fértil reconocen que no utilizan método anticonceptivo con bastante frecuencia.
Se mantiene la tendencia creciente en el porcentaje de las que recurren a algún método, siendo el más alto en las series históricas desde 2014.
La píldora es el segundo método más demandado, alcanzando sus valores más elevados en las de 20 a 29 años y descendiendo con la edad.
La proporción total de quienes no acuden al a contracepción (19,7%) mantiene una tendencia descendente desde 2020 (29,3%).
Relaciones sexuales y uso de métodos anticonceptivos.-
El 88% de las mujeres de 15 a 49 años ha mantenido relaciones sexuales alguna vez. Y el 89,8 de estas mantiene actualmente relaciones sexuales con alguna frecuencia.
El 30,3% mantiene relaciones sexuales 1 ó 2 días por semana, y el 17,3% lo hace 3 ó 4 días por semana. El 19,5% mantiene relaciones sexuales entre 2 y 3 veces al mes y el 14,2% lo hace con menor frecuencia.
Inicio de las relaciones
Globalmente, la edad media de inicio en las relaciones sexuales es de17,8 años. La edad en la que comienzan las relaciones sexuales se ha ido adelantado con el paso de las generaciones. Así, si bien la edad media se sitúa en los 19 años en el caso de las mujeres de 45 a 49 años, mientras que en las de 15 a 19 años se sitúa en los16,3 años.
En general, las relaciones sexuales durante el último año han sido bastante estables. La media total de parejas sexuales en el último año es de1,6.. Media que se eleva ligeramente entre las menores de 30 años hasta llegar a la cifra de 2,2 entre las que tienen de15 a19años.
Sin método anticonceptivo
El 51,5% de las que se hallan en edad fértil declara que nunca mantienen relaciones sexuales sin método anticonceptivo y el 21,4% señala que no lo hace casi nunca.
Por el contrario, el 23,2% reconoce que observan relaciones sexuales sin método anticonceptivo con bastante frecuencia.
La práctica de relaciones sexuales sin utilizar método anticonceptivo es una práctica que varía en función de la edad y la situación de pareja. En concreto, supera el 25% a partir de los 30 años, y se sitúa en el 30,9% entre las que conviven de forma estable en pareja.
Píldora del día después
El 39,7% de quienes se encuentran en edad fértil declara haber tenido que recurrir en alguna ocasión a la toma de la píldora del día después. Esta circunstancia se produce con mayor frecuencia entre los 25 y 39 años de. La mayor frecuencia se advierte entre las de 30 a 34 años (49,4%), que, como se vio anteriormente, es el intervalo de edad en donde son más habituales las relaciones sexuales sin método anticonceptivo.
Información y planificación
La mayoría de las mujeres (67,7%) ha acudido a su médico de atención primaria, a un ginecólogo, matrona o un centro de planificación para que le indique cuál es el método anticonceptivo más idóneo en su caso.
El análisis evolutivo muestra que se registra un incremento de esta consulta, de manera que se aproxima a la cifra registrada en 2016, año en que se observa la cifra más alta (68,4%). La asistencia de las mujeres a alguna consulta médica para que les indiquen el método anticonceptivo más apropiado a cada caso, tiende a aumentar con la edad. Entre los 15 y 19 años acuden a consulta el 41,7%. A partir de los 20 años, se eleva la consulta médica, práctica que alcanza su mayor frecuencia éntrelos 30 y 34 años (73,1%).
El comportamiento de no acudir a alguna consulta médica para planificar el uso de métodos anticonceptivos se incrementa entre quienes tienen pareja estable aunque no conviven, y especialmente entre las mujeres sin pareja estable.
¿Le han informado y ofrecido la posibilidad de utilizar métodos anticonceptivos de larga duración reversibles, como el DIU o el implante?
El 53,9% de las mujeres de 15 a 49 años de edad afirma que le han informado y ofrecido alguna vez la posibilidad de utilizar alguno de los de larga duración, como el DIU o el implante.
Partiendo de un 40% de mujeres de 15 a19años a las que se ha informado y ofrecido esta opción. Tal circunstancia tiende a incrementarse con la edad, aunque con un momento de descenso que se observa entre las mujeres de 30 a 34 años.
Ventajas del uso de métodos de larga duración
La comodidad es la ventaja percibida más destacada respecto al uso de anticonceptivos de larga duración. El 56,7% de las 15 a 49años está de acuerdo en señalar esta cualidad. En segundo lugar, un 31,43% destaca como ventaja una mayor eficacia anticonceptiva. Un 27,6%, se resalta la mayor seguridad que ofrecen estos métodos para la salud. Y cerca de una cuarta parte, alude a una cuestión económica, de ahorro a largo plazo.
Métodos anticonceptivos más utilizados
El 78,5% de las mujeres españolas en edad fértil utiliza actualmente algún método anticonceptivo. Por el contrario, el 19,7% no utiliza ninguno. Debe tenerse en cuenta que en este porcentaje se incluyen todas aquellas que no mantienen relaciones sexuales en la actualidad.
En comparación a los datos de oleadas anteriores, se mantiene una tendencia creciente en el porcentaje de mujeres que utiliza algún método anticonceptivo, siendo el más alto en las series históricas desde 2014.
La ausencia de uso de algún método anticonceptivo es más frecuente entre las mujeres más jóvenes, aquellas que tienen entre 15 y 19 años. Esta circunstancia se reduce entre las de 20 a 29 años, para incrementarse de nuevo entre los 30 y 34años.Posteriormente, desciende gradualmente. En relación a otras variables destaca el mayor porcentaje de mujeres que usan algún método anticonceptivo entre aquellas con estudios universitarios (81,6%) y las que se sitúan en un nivel medio bajo (81,8%) o medio (80,6%) en cuanto a ingresos familiares.
De igual modo, se observa un mayor porcentaje de mujeres que acuden a algún método anticonceptivo entre las que no tienen pareja estable sin convivir con ella (84,6%) y entre las que tienen hijos y no quieren más (85,6%).
Anticonceptivo principal que utilizan actualmente
El preservativo (36,5%) es el método anticonceptivo principal utilizado actualmente por mayor número de mujeres en edad fértil. En segundo lugar se sitúa el uso de la píldora, que es mencionada por el18% de las mujeres. El 5% prefieren el DIU Hormonal y el 3% el DIU de Cobre. Un 3,6% de las mujeres afirma que su pareja se hizo la vasectomía, mientras que un 2% indica que tiene una ligadura de trompas.
Cabe recordar que en la encuesta 2024 se ha preguntado por el método principal, pero hay mujeres que recurren a varios de manera simultánea u otros con alguna frecuencia. En concreto, el 37% afirman haber utilizado el doble método con alguna frecuencia. El preservativo es el método anticonceptivo que más demandan actualmente las mujeres de todos los intervalos de edad. El uso del preservativo como método principal, se eleva hasta el 48,2% entre las mujeres de 20 y 24años, y se sitúa en el40,4% entre las de 35 a 39
La píldora es el segundo método más utilizado. El uso de la píldora alcanza sus valores más elevados en las mujeres de 20 a 29 años, descendiendo posteriormente con la edad. Considerando los distintos métodos anticonceptivos principales y sus características, el 75,4% de las mujeres en edad fértil utiliza métodos eficaces. Esto supone el 96% de las que recurren a algún método. Atendiendo a un mayor nivel de desglose, el 36,5% se inclina por métodos de barrera, el 25,3% métodos hormonales, y el 8% alguna modalidad de DIU.
Doble Método
El 64,4% de las mujeres de 15 a 49 años no utiliza conjuntamente un método eficaz para prevenir el embarazo (como por ejemplo la píldora, el DIU, el anillo vaginal, el parche, un implante una inyección) con el preservativo, que previene de las infecciones de transmisión sexual. El 15,2% lo hace de forma ocasional (casi nunca o de vez en cuando), y el 20% lo utiliza siempre o casi siempre. Esta práctica de uso combinado tiende a ser más habitual entre las comprendidas en el intervalo de 25 a 29años (10,8%).
El uso habitual (siempre o casi siempre) del doble método es mayor (28,6%) entre las que no tienen pareja estable. El empleo frecuente del doble método en relación al que figura como principal, muestra que su uso es más frecuente entre las que recurren al anillo vaginal (37,3%), seguido de las que emplean la píldora (30,9%).
Prescripción del método anticonceptivo utilizado
En el 39,2% de los casos la indicación del método anticonceptivo a utilizar procede de la prescripción de un ginecólogo, mientras que en el 36% de los casos depende de la propia iniciativa de la mujer. El médico de familia es el prescriptor del método anticonceptivo utilizado en el12,6%.
La elección del método por iniciativa propia es más frecuente entre las mujeres más jóvenes (menores de 25 años), así como entre los 35 a 39 años. También resulta más habitual entre las de nacionalidad extrajera y las de menor nivel de estudios. A partir de los 40 años gana importancia el papel del ginecólogo como prescriptor.
Destaca el mayor valor prescriptor de la matrona/enfermera y el personal farmacéutico, entre la población procedente de otros países. El protagonismo del ginecólogo como prescriptor se acentúa entre las usuarias de la píldora (59,1%) y las que utilizan algún tipo de DIU (67,4%). El uso del preservativo como principal método responde más a una decisión personal (62,2%). El papel de la matrona/enfermera y el personal farmacéutico se muestra más relevante entre las usuarias del DIU y el anillo vaginal.
Menos autoprescripción
En comparación con los datos de años anteriores, nos encontramos con el valor más bajo de “auto prescripción” del método anticonceptivo (36,0%). La autoprescripción viene reduciéndose desde 2016.
Se mantiene la importancia prescriptora del ginecólogo, situándose por encima de la elección por iniciativa propia desde 2020.
Quién ha influido en la elección del método
El personal sanitario es el prescriptor con mayor influencia final en la elección de método utilizado (50,3%%), seguido de la familia y amigos (16,0%). El peso definitivo del personal sanitario en la toma de la decisión se reduce especialmente entre las menores de 25 años.
Entre los 18 y 25 años gana peso la influencia de familia y amigos (35,2%). Y entre las mujeres de 15 a 19 años también cobran mayor influencia las redes sociales (15,6%). La influencia final del personal sanitario en la decisión del método es mayor entre las que han optado por la píldora (79,1%) o el DIU (73,9%). Entre las usuarias del anillo vaginal ganan influencia las Redes Sociales (17%).
Desciende el no uso de métodos anticonceptivos
El 19,7% de las mujeres en edad fértil no utiliza método alguno. El porcentaje se eleva hasta el 25% entre las que tienen de15 a 19 años. La menor tasa de práctica de relacione sin método anticonceptivo se registra entre las de 20 a 24años (13,2%). La proporción total de mujeres que no acuden a algún método anticonceptivo (19,7%) mantiene una tendencia descendente desde 2020 (29,3%), año en el que se registró el valor más alto de no uso de método anticonceptivo desde 2014.
Destaca el mayor porcentaje de mujeres que no usan ningún método anticonceptivo entre las extranjeras (24,3%) y quienes tienen menor nivel de estudios (25,3%).
Igualmente, se observa un mayor porcentaje de mujeres que no usan ningún método anticonceptivo entre la que no tienen pareja estable (22,2%) y entre las que tienen hijos y quieren tener más (28,6%).
Los dos motivos principales para no utilizar métodos anticonceptivos se centran en el deseo de querer más hijos (24,5%) o no estar manteniendo relaciones sexuales en esta etapa de su vida (22,5%).
Entre los 15 y 24 años el motivo más habitual para no utilizar métodos anticonceptivos es que no mantienen relaciones sexuales.
Entre los 25 a 44 años, el principal motivo reside en el deseo de tener hijos, que es más relevante entre las de 35 a 39 años (42,9%). A partir de los 40 gana peso para no usarlo el hecho de no poder tener hijos.
Agregando los diversos motivos por los que no acuden a métodos anticonceptivos en categorías o dimensiones homogéneas, se observa que el 46,6% corresponde a no necesitar usarlos. El segundo motivo de no utilizar ningún método está asociado a la ausencia de relaciones sexuales (23,3%), seguido de las razones relacionadas con los efectos secundarios (10%) y la desconfianza e incomodidad (8,7%).
El peso de situaciones o actitudes por las que las mujeres se plantean que no necesitan anticonceptivos, tiende a aumentar a partir de los30. Entre las menores de 20 años, los motivos para no utilizar ningún método se concentran en la ausencia de relaciones sexuales.
La influencia de los efectos secundarios o los problemas de tolerancia en la decisión, es más frecuente entre los 25 y 29años.
Las mujeres en riesgo de embarazo no deseado son aquellas que, pudiendo concebirlos, no quieren tenerlos en este momento y mantienen relaciones sexuales sin ningún método anticonceptivo. Globalmente la cifra de estas mujeres se sitúa en el 12,90% del total de las que no utilizan anticonceptivos, lo que equivale al 3% de mujeres en edad fértil.
Métodos anticonceptivos reversibles
El hecho de mantener relaciones estables es la principal razón de elección de método anticonceptivo reversible a partir de los 25 años, en las mujeres españolas y las de todos los niveles de estudios.
Entre las menores de 25 años el motivo principal es la comodidad, y entre las extranjeras la recomendación médica.
Las razones que tienden a la comodidad son las principales a la hora de elegir el método reversible (52,0%). En segundo lugar se encuentran los motivos relacionados con el estilo de vida de cada mujer (43,6%) Y en tercer lugar las razones de seguridad y el menor impacto sobre la salud (efectos secundarios, impacto hormonal, ETS,).
La comodidad es lo más frecuente a la hora de elegir método reversible en prácticamente todos los segmentos excepto entre las de nacionalidad extranjera, que priorizan algo más la seguridad
Uso de métodos hormonales
La estabilidad de las relaciones (37%) y comodidad (31,8%), destacan a la hora de emplear métodos hormonales. Seguido de la indicación médica (28,3%) y el hecho de que ayudan a regular la regla (24,7%).
Agregando los diferentes motivos en categorías o dimensiones homogéneas, todos aquellos que de una u otra manera reflejan la idea de comodidad, como argumento para utilizar métodos hormonales, suponen el 57,9%. En segundo lugar se sitúan los motivos relativos al estilo de vida (41,6%), seguidos de la recomendación médica (28,3%) y ya, a mayor distancia, las razones referentes a la seguridad (21,4%), eficacia anticonceptiva (20,4%) y motivos económicos (13,1%).
La preocupación por la percepción de los efectos secundarios, incompatibilidades o problemas de salud que crean es la principal causa argumentada para no utilizar estos métodos (31,8%). A ello cabe añadir que, un 18,4% lo hace por seguridad y la percepción de riesgo que suponen las hormonas. El segundo argumento se refiere a la estabilidad de las relaciones que mantienen (20,7%). Agrupando las distintas razones planteadas, los frenos más importantes para el uso de métodos hormonales van ligados a la preocupación por su salud (65,7%). A continuación se encuentran las razones vinculadas a situaciones personales o de su estilo de vida, por las que no necesitan anticonceptivos (37,9%).
Método hormonal combinado – Descansos periódicos
El 78,2% de las mujeres que acuden a métodos hormonales combinados no realiza descansos periódicos. Por el contrario, menos del 20% si lo hace, y entre estas, la prescripción del descanso procede mayoritariamente del médico (68,5%). El 30,5% hace descansos por decisión personal. De acuerdo al método utilizado, el 78,5% de las que utilizan la píldora afirma que no realiza descansos. Lo mismo ocurre en el 72,2% de las que escogen el anillo vaginal.
La realización de descansos varía con la edad, lo cual probablemente vaya asociado a la etapa de vida y al tiempo que se lleva con los métodos hormonales. Por una parte, la realización de descansos se incrementa entre las mujeres que no tienen pareja estable (33,7%) y por otra parte, lo observan también aquellas que tienen hijos y quieren concebir más (40,2).
El análisis de los datos evolutivos muestra que se mantiene un constante descenso del hábito de realizar periódicamente descansos en el uso de métodos hormonales.
La recomendación del médico se consolida como el motivo principal que justifica los descansos periódicos alcanzando un 68,5% en2024.
Usuarias del preservativo
El 61,8% de las mujeres que prefieren el preservativo como método principal, lo hace de forma consistente, es decir lo utiliza siempre. Por el contrario, el 36,5% afirma que no siempre lo usa. Los datos de empleo consistente del preservativo son bastante estables en términos de edad. Tan sólo se sitúa por debajo del 60% entre las mujeres con edades de 20 a 34 años.
Las variables en las que se observan mayores diferencias son las relativas a la nacionalidad y el nivel de ingresos. En este sentido, el uso no consistente alcanza el 58,3% entre las mujeres de nacionalidad extranjera, y el 44,7% en las que cuentan con un nivel de ingresos familiares medio bajo. El 35,6% de las que declaran un uso inconsistente del preservativo justifica ese comportamiento por el hecho de mantener relaciones imprevistas ante las cuales no disponen del mismo.
En el 21,3% de situaciones la no utilización de preservativo se justifica por no querer interrumpir la relación para ponérselo. En un 15,3% de los casos se deja de utilizar porque se considera que se pierde sensibilidad durante la relación.
El 67,4% de las que utilizan el preservativo como método principal, lo hace de forma correcta, es decir desde el principio de la relación. Por el contrario, el 30,2% lo utiliza después de que la relación se haya iniciado.
Si observamos los datos de la serie histórica, se comprueba una situación bastante estable en relación al uso correcto del preservativo entre las mujeres, en torno al 67%.
El uso correcto del preservativo es más frecuente entre las de 15 a 19 años (87,5%). A partir de esa edad el uso correcto se mantiene bastante estable, hasta descender entre las de 45 a 49años (56,4%). El empleo incorrecto del preservativo es más frecuente entre las de mayor nivel de ingresos familiares (36,5%) y aquellas que conviven en pareja (36,9%).
Usuarias del DIU
Una gran mayoría de las mujeres que utilizan el DIU como método anticonceptivo principal, llevan a cabo controles periódicos (74,0%.). Esta circunstancia se encuentra generalizada en los distintos segmentos analizados, la no realización de controles es más frecuente (19,3%) entre las mujeres con nivel de ingresos medio bajo. Por el contrario, las revisiones anuales son más habituales entre las mujeres con nivel de ingresos bajos (81,2%) y aquellas que no conviven con su pareja estable (89,9%).
Menstruación: síntomas y efectos
Un 8% de las mujeres declara haber sido diagnosticada de endometriosis/adenomiosis. Esta prevalencia se sitúa cerca del 11% entre las mujeres de 35 a 39 años y las de 45 a 49. Pero la prevalencia de endometriosis/adenomiosis alcanza su mayor valor entre mujeres de nacionalidad extranjera (20,4%).
El 35,9% de las diagnosticadas de endometriosis/adenomiosis, han tardado menos de 5 años en ser diagnosticadas desde que empezaron a tener dolor. Un 39,3% han tardado entre 5 y 10 años en ser diagnosticadas, y un 24,8% más de10años.
Dolor
Un 19,5% de las mujeres declara sufrir dolores fuertes durante la menstruación, porcentaje que se sitúa en torno al 26% entre las de15 a 24años. Un 46,3% precisa medicación para contrarrestar el dolor de la menstruación. Este porcentaje se eleva hasta el 63,3% entre las menores de edad, y va descendiendo hasta llegar al 31,5% entre las de 45 a 49 años.
Sangrado
El 32,7% de las mujeres dice padecer un sangrado intenso o muy intenso durante la menstruación. Esta cifra se eleva en el caso de las edades comprendidas entre los 30 y 49años, por encima del 35%
Tratamiento
El 29,4% de las mujeres utiliza algún método anticonceptivo como tratamiento para alguna patología o para regular su regla, aunque no lo necesite como anticonceptivo. En concreto, un 8,9% lo utiliza como tratamiento para el dolor de la regla, el 6,8% como terapia contra el sangrado, y el 7% por ambos motivos. Se observa un uso más frecuente de algún método anticonceptivo como tratamiento para alguna patología o para regular su regla entre las mujeres de15a19 años y las de 25 a 29. Este uso de los anticonceptivos es también más frecuente entre las extranjeras y las de menor nivel de ingresos familiares,
Repercusión en la actividad diaria-bajas
Un 8,3% y un 31,6% de las mujeres declara respectivamente que la menstruación le impide o le limita realizar una vida normal, lo que conjuntamente supone un 39,9%. Las menores de 20 a 24 años son las que experimentan más dificultades para llevar a cabo su actividad diaria. A partir de los 25 años la repercusión del dolor y los sangrados en la actividad diaria desciende gradualmente.
Un 25,4% de las mujeres ha sentido alguna vez la necesidad de pedir la baja o no acudir a su actividad como consecuencia de los dolores y los sangrado durante la menstruación. El porcentaje de mujeres que revela haber sentido la necesidad de pedir la baja o no acudir a su actividad es sustancialmente mayor entre las de 15 a 29años. Y en concreto, esta situación tiene mayor incidencia (36%) en el grupo de edad de 20 a 24años.
Las usuarias de “Otros métodos” (36,5%) y del preservativo (27,1%) son las que manifiestan en mayor medida haber sentido la necesidad de pedir la baja o no acudir a su actividad como consecuencia de los dolores y los sangrados durante la menstruación.
El porcentaje de mujeres que manifiesta haber solicitado la baja o no haber acudido a su actividad como consecuencia del dolor y los sangrados menstruales del 14,1% (frente al 25% que dice haber sentido la necesidad de pedir la baja o no acudir a su actividad). Entre las menores de 20 años el porcentaje de las que ha solicitado la baja o no ha acudido a su actividad por la menstruación supera el 31% y entre las de 20 a 24 años supera el 21,8%.
En función del método anticonceptivo utilizado también se constatan algunas variaciones del porcentaje de mujeres que afirma haber solicitado la baja o no haber acudido a su actividad con respecto a las que manifiesta haber sentido la necesidad de recurrir a ello. Más de la mitad de las mujeres (51,2%) considera que pedir la baja o no acudir al trabajo por dolores y/o sangrado durante la menstruación puede tener consecuencias laborales. La proporción de mujeres que piensa que puede tener consecuencias laborales es mayor entre las de 25 a 29 años (56,1%).