Dra. Eva Ibeas: “La educación sexual debería formar parte del currículo escolar desde primaria hasta secundaria y bachillerato”
21/03/23
“Impartir educación sexual no adelanta el comienzo de las relaciones de nuestros niños y niñas”
En este link https://eldiariodelaeducacion.com/2023/03/20/eva-ibeas-dar-educacion-sexual-no-adelanta-el-comienzo-de-las-relaciones-de-nuestros-ninos-y-ninas/ aparece la entrevista con la Dra. Ibeas Martínez que reproducimos:
20/03/2023
Eva Ibeas es doctora del servicio de salud sexual y reproductiva de la Comunidad Valenciana. También forma parte de la Junta directiva de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) y hace unos días presentó la página web enanticoncepcionvivetuvida.es. Hablamos con ella de estas novedades y de la realidad de la educación sexual de las y los jóvenes.
Los datos son persistentes y pertinaces. En 2021, según los útlimos datos recabados por la Sociedad Española de Contracepción y el Ministerio de Sanidad, hubo 9.400 abortos entre menores de 19 años; 300 de ellos, entre chicas menores de 15 años. La edad de inicio de las relaciones sexuales entra nuestras y nuestros jóvenes cada vez en más precoz. Eva Ibeas explica que, según estiman en la SEC, debe estar en los 14 años. No está permitido que pregunten a menores de 16 sobre el tema, de forma que no pueden saberlo a ciencia cierta.
A esto se suma que la mayor parte de la responsabilidad de la salud sexual y reproductiva recae sobre las mujeres que, en algunas ocasiones, comenta Ibeas, no tienen las herramientas necesarias para negociar con sus parejas hombres sobre el uso de métodos anticonceptivos. Una combinación perfecta que pasaría por una educación sexual que debería empezar en primaria y alcanzar hasta la secundaria postobligatoria, como, recuerda esta médica, obliga la ley de 2010.
P.- ¿Nos podría explicar los motivos de la presentación de la web enanticoncepcionvivetuvida.es? ¿A quiénes se dirigen, qué información ofrecen?
R.- La web lleva en marcha varios años, pero hace un año quisimos modernizar los contenidos y hacerlos más accesibles a público en general, con la intención de sacar una serie de campañas. Ya hemos hecho una de métodos anticonceptivos, haremos otra de falsos mitos, etc. La idea es lanzarlas a través de redes sociales de manera que seamos más accesibles a los y las jóvenes. Estábamos percibiendo que se tiene mucha información, pero que acaba desinformando. Tengo muchos datos, parece que se sabe mucho pero luego, lo que nos encontramos cuando vamos a los institutos o colegios, cuando vamos a hacer nuestras sesiones de educación que se hacen de forma puntual, y rascas un poco, nos damos cuenta de que los jóvenes están muy mal informados. Esto entraña unos riesgos que vemos en consulta: infecciones de transmisión sexual (ITS), todos los embarazos no planificados y las interrupciones voluntarias de esos embarazos.
Este era el objetivo, disminuir estos tres hitos, que son nuestras metas. Y lanzar las campañas tiene este objetivo, para llegar a más público, tener más difusión. Yo trabajo en Comunidad Valenciana y voy a los IES a hacer las sesiones de educación sexual y utilizo parte de estos materiales en las aulas. Creemos que puede ser muy interesante.
Los jóvenes están muy mal informados y esto supone infecciones de transmisión sexual, todos los embarazos no planificados y las interrupciones voluntarias de esos embarazos
Llaman la atención en la web enanticoncepciònvivetuvida.es la referencia a las falsas creencias y mitos. ¿Cómo de extendidos están?
R.- Son una realidad que vemos en consulta casi a diario. El método anticonceptivo más extendido es el preservativo pero cuando preguntas si lo usan siempre, en todas sus relaciones sexuales, ves que la mayoría de las personas te dicen que no. Con el aumento de ITS, entre las que el virus del papiloma humano (VPH) es el más extendido, cuando llamamos a las pacientes para decirles que en el cribado del cáncer de útero ha salido el VPH, te dicen que usan el preservativo en todas sus relaciones… Y cuando preguntas si en el sexo oral o anal también… “Ah, ¿pero se puede transmitir también por ahí?”.
En la web hemos puesto solo algunos. Queremos hacer dos vías, una de falsos mitos en las personas usuarias del servicio y otro entre el personal sanitario, que también tiene muchos mitos. Hay profesionales, por ejemplo, que siguen recomendando descansar de las pastillas anticonceptivas. Son cosas que no se recomiendan ya y que pueden ser desfavorables para las mujeres que las toman. Hay muchos mitos extendidos, incluso entre profesionales y lo vemos todos los días en la consulta. Hay personas que te preguntan: “Si tengo relaciones mientras me ducho ¿también puedo quedarme embarazada?”, Sí, también. O “no quiero tomarme estas pastillas porque voy a aumentar de peso” o “mi vecina se quedó embarazada con el DIU y prefiero las pastillas”. Aunque con el DIU tienes 10 veces menos posibilidades de quedarte embarazada que con el uso típico de las pastillas.
Nos encontramos casos en consulta de mujeres muy jóvenes, hablamos de 1º y 2º de la ESO, que ya están iniciando sus relaciones sin información casi
Repasando algunos datos del Ministerio y de la Sociedad Española de Contracepción, de 2021 sorprende la cifra de más de 9.000 interrupciones del embarazo entre menores de 19 años. ¿Cómo interpreta esta cifra?
R.- Estamos viendo un incremento de los embarazos no deseados e interrupciones, especialmente en el grupo de las más jóvenes. Vemos este aumento y es bastante probable que cuando los datos del Ministerio se actualicen o hagamos la encuesta el año que viene, haya más incremento. En total hemos tenido casi 2.000 abortos más en 2021 frente a 2020. Lo estamos viendo.
La edad de inicio de las relaciones sexuales, según nuestra encuesta, está en 17,5 años. Pero si haces una división por rangos de edad, en las mujeres jóvenes entre los 16 y los 18 años, en ese rango, la edad de inicio está en 15,5 años. Y puede bajar más. Hay una tendencia en descenso. En las jóvenes entre 20 y 25, hablando de memoria, su edad estaba en algo más de 18. Pero las relaciones sexuales se inician antes. Pensamos que a esas jóvenes a las que no les podemos hacer la encuesta porque son menores de 16 años empiezan a tener relaciones incluso antes; estimamos que la edad puede estar sobre los 14 años.
Nos encontramos casos en consulta prácticamente todas las semanas de mujeres todavía más jóvenes, hablamos de 1º y 2º de la ESO, que ya están iniciando sus relaciones sin información casi. La información en colegios e institutos todavía no está desarrollada o no como debería o como se plantea en la Ley. Son jóvenes que no tienen acceso a preservativos o les da vergüenza decírselo a sus madres y padres y como tienen una percepción del riesgo de que esto le pasa a otras personas… Incluso aunque estén utilizando el preservativo, si se rompe, “no me va a pasar nada a mí”. Hace unos días, vino una chica acompañada de su madre, de 15 años, que le falló su método habitual, el preservativo, y no tomó la píldora del día después ni nada.
Esas interrupciones que estábamos viendo en mujeres jóvenes, pero no tanto, ahora lo vemos en las más jóvenes. Esto va a seguir así si no les damos la información. Es necesario que sepan qué tienen que hacer si se les rompe el preservativo, cómo se transmiten las ITC y qué tengo que hacer para evitar un embarazo.
¿Qué papel juega la educación afectivo-sexual en los centros educativos. Da la sensación de que no se le está concediendo importancia.
R.- Lo que está pasando en España actualmente es que esta educación no se está ofreciendo de forma integral como establece la Ley, a pesar de que la ley de 2010 está planteada. No se ha cumplido. Además, cada comunidad autónoma lo hace de manera diferente. En algunas no se hace ningún programa, en otras hay algunos, en otras existió de forma intermitente… en cada sitio se hace de una manera diferente y no hay homogeneidad. Es un problema. En Comunidad Valenciana tenemos un programa específico de educación sexual, y es uno de los sitios en los que lo hay, pero vamos a dar una sesión de dos horas de duración en 1º y otra en 2º de ESO. Y ya está, y no se hace más. Nuestros niños y niñas, a los 16 años van a contar con cuatro horas de educación sexual, nada más. A no ser que desde el colegio o el municipio tengan cierta sensibilidad y hagan alguna otra cosa. Y somos de las pocas autonomías en las que hay un programa establecido.
En la Comunidad Valenciana, con un programa específico de educación sexual, se da una sesión de dos horas de duración en 1º y otra en 2º de ESO. Y ya está
¿A qué edad debería ser y cómo?
R.- Debería ser algo integral, es decir, que la educación sexual debería formar parte del currículo escolar desde primaria hasta secundaria y bachillerato, como algo más y no como una actividad puntual en la que yo hago lo que puedo en dos horas y después no tendremos más contacto y nadie vuelve a decirles más nada. Debería ser integral. Está documentado, qué contenidos dar, cómo hacerlo, desde los más jóvenes, enseñarles la importancia de su cuerpo, “mi cuerpo es mío”, qué parte de su cuerpo es público y cuál es privada. Educar dentro de la diversidad, del cariño, del afecto, de saber manera nuestras emociones. Todo eso tiene que estar de manera integral, no solo a partir de los 12 años, sino desde que comienzan la primaria y hasta que termina la secundaria.
Una de las cifras que más llama la atención, volviendo a los abortos, es que hubo 300 en menores de 15 años…
R.- La edad de inicio de las relaciones ha bajado y tenemos que ser conscientes de ello. Ojalá no fuera así y estuvieran iniciando las relaciones a los 18, pero no es así. Vivimos en un mundo sin educación sexual, esta está viniendo de la pornografía que están consumiendo, de manera pasiva, incluso desde los 6 años. Con el acceso a internet y a los móviles esto es así.
Empiezan las relaciones súper jóvenes; relaciones que, cuando les preguntamos por su satisfacción, la mayoría te dice que ni fu ni fa; empiezan antes y, además, no disfrutan. Cuando vienen a consulta les preguntamos, en el caso de las chicas jóvenes, qué tal fue. Esperaban otra cosa, algo diferente: lo que han visto en el porno, una relación salvaje, que les guste y disfruten mucho, pero dejan de lado muchas cosas. En el porno no se ve respeto, comunicación, prácticas sexuales seguras, no hay preservativos prácticamente; prácticas, además, especialmente vejatorias para las mujeres. Muchas veces, las jóvenes te dicen que tienen relaciones sexuales de las que no disfrutan. Piensan que tienen un problema y te piden ayuda. Y, cuando preguntas un poco, lo que ves es absolutamente terrorífico.
Además, muchas veces no tienen herramientas para negociar con sus parejas sobre el uso de preservativo u otros métodos de barrera. Y está el tabú de pedirle a la familia, a mi madre, que me compre preservativos: “¿Qué van a pensar? ¿Cómo lo hago? Bueno, esto a mí no me va a pasar”. Y luego, nos pasa. En los centros donde nos lo permiten repartimos preservativos y recuerdo que una vez se nos acercó una niña para pedirnos porque estaba teniendo relaciones sin preservativos porque no tenía dinero y no quería pedírselo a sus padres por las consecuencias.
La educación sexual debería formar parte del currículo escolar desde primaria hasta secundaria y bachillerato
El foco de la educación sexual está puesto siempre sobre las mujeres. La mayor parte de los métodos anticonceptivos están pensados para las mujeres. Entendemos que responde a una lógica patriarcal y mercantil…
R.- Absolutamente, no responde a una lógica científica. Hay estudios que se hicieron hace años sobre métodos anticonceptivos para hombres como espumas, geles, pastillas, inyecciones… de todo. Se hizo un estudio de mercado y se vio que los hombres no iban a consumir estos productos. Se dejó de investigar en ello. Ahora han vuelto porque es verdad que hay una demanda, moderada, de hombres que quieren utilizar métodos anticonceptivos diferentes.
Cuando una mujer se queda embarazada no lo hace por sí misma, hay otra personas de por medio que también es responsable. Hay ocasiones en las que la mujer no puede utilizar un preservativo o el DIU, o ningún método hormonal. Y se ven capadas las opciones porque para el hombre solo existe la vasectomía o el preservativo, no hay nada más.
El 99 % de mis pacientes son mujeres. Cuando vienen a solicitar un aborto lo hacen sin sus parejas, que son corresponsables y deberían estar en la consulta
Habla de corresponsabilidad, ¿Cómo habría que hacer para que los hombres se sintieran responsables?
R.- Es triste… yo trabajo en una unidad de salud sexual y reproductiva y el 99% de mis pacientes son mujeres. Cuando alguien viene a solicitar una interrupción del embarazo son ellas y en la mayor parte de los casos vienen sin sus parejas, que son correponsables y deberían estar en esa consulta. Las acompañan, a veces, sus madres, pero vienen ellas, no la pareja.
¿Qué podríamos hacer? La educación sexual desde pequeños es básica para lograr esa corresponsabilidad que buscamos. Por otra parte, se debe investigar y llegar a fases tres y cuatro de ensayos clínicos para comercializar métodos anticonceptivos para varones y ojalá llegue el día en que te diga que el 50 % de mi consulta son chicos. Estaría encantada. Pero la realidad es la que tenemos.
No sé cómo funcionan las cosas en Comunidad Valenciana. En Madrid, al menos, los servicios de planificación sexual en realidad son consultas ginecológicas en las que, si eres hombre, no puedes ir solo y si acompañas a tu pareja puede haber reticencias. ¿Podría plantearse un servicio en el que fuera fácil o casi obligado que acudieran los hombres?
R.- En Comunidad valenciana ocurre parecido. En cada CCAA la salud reproductiva se regula y organiza de manera diferente. En Madrid, son consultas monográficas de ginecología. Cada vez una persona diferente que pasa la consulta sobre anticoncepción. En otras comunidades es diferente. En Comunidad valenciana hay una red de unidades de salud sexual y reproductiva que es una joya que no hay en otras comunidades. Nos ocupamos de todo lo que tiene que ver con la salud sexual y reproductiva tanto de mujeres como de hombres. En mi consulta veo, aunque sea en porcentaje anecdótico, a hombres también. Vemos todo lo que tiene que ver con enfermedades de transmisión sexual, desde la prevención, el seguimiento y el tratamiento. También participamos en los protocolos sobre las agresiones sexuales. Estamos en el seguimiento posterior durante los siguientes seis meses. Y en nuestra unidad contamos con una psicóloga o psicólogo clínicos, a parte del apoyo emocional.
A mí consulta podrían venir chicos, les invito a venir. De hecho, cuando diagnosticamos alguna ETS en la mujer, que es la que viene con sintomatología, ahí rascamos y preguntamos por las parejas y les pedimos que vengan para tomar muestras y esos son los casos anecdóticos de hombres que tengo en la consulta. Entre las mujeres, culturalmente, se tiene en cuenta la salud ginecológica; está claro que todas nos tenemos que revisar, y vienen las madres para hacer la primera consulta… En el caso de los chicos hay silencio absoluto. No hay trabajo de cuidado de la persona sana, de autocuidado en este aspecto. Nada, no hay nada. Estaría encantada de que vinieran los chicos a hacerse un cribado de ITS y pudiese tomarle muestras en función de tus prácticas sexuales: en la garganta, a nivel anal o uretral. Todo lo que hacen ellos, como mucho, es ir a su médico de familia y decirle: “Hazme una analítica, pero de todo, de todo”. Si tienen un médico avispado entiende que quiere hacerse un análisis de ETS pero, claro, en sangre se ven algunas, pero muchas otras no pueden verse. Ahí es donde entramos nosotras y nuestras unidades.
Por eso tiene que existir esa educación sexual en los jóvenes, para que se les expliquen que existen estas unidades en las que se les pueden hacer estos cribados de ETS y hacer un asesoramiento, con educación sexual personalizada, en la consulta, etc. Tiene que venir de ahí esa cultura.
En España, entre 2012 y 2019, ha habido un aumento de ETS en mujeres en general de 1.073 %. El 80 % de este aumento se da en mujeres entre 15 y 35 años
Igual que hemos recibido información sobre abortos, no encontramos mucha información sobre ETS entre adolescentes. No sé si hay datos y su evolución.
R.- En España, entre 2012 y 2019, ha habido un aumento de ETS en mujeres en general de 1.073 %, no hablamos de un 50 %. En todas las edades. El 80 % de este aumento se da en mujeres entre 15 y 35 años.
¿Qué está pasando?
R.- Está pasando que no hay educación sexual. Eso y que, antes, en nuestra sociedad las mujeres se casaban más o menos jóvenes y solo tenían una pareja sexual. Ahora ya no. Y te cuentan cada cosa, unas prácticas sexuales de riesgo que rozan la agresión sexual y estas son las consecuencias.
Nosotras vemos muchas personas con ETS y nos reunimos para hablar sobre los casos de clamidia, gonococo… Como no hay educación sexual, no están utilizando métodos anticonceptivos efectivos para prevenir embarazos ni de ITS.
Actualmente, las prácticas sexuales han cambiado y sobre todo entre los más jóvenes. Y las familias no hablan lo suficiente y cuando sus hijos son adolescentes no quieren escuchar porque le vale más lo que le dice el youtuber de turno que lo que le digan sus padres o, incluso, yo en la consulta.
El 70 % o más de las y los jóvenes han recibido alguna charla sobre sexualidad, pero cuando les preguntas si la información ha sido buena o suficiente, te suspenden.
¿De dónde sacan los jóvenes la información sobre métodos?
R.- La mayoría viene de Internet, de amigos, la madre, profesores y los centros de orientación familiar están en el último lugar. Pero cuando se les pregunta sobre de quién creen que deberían recibir esa información, el profesional sanitario y los docentes están en primer y segundo plano. Pero no lo están en realidad. Es cierto que cuando les preguntas a los jóvenes, ves que te dicen en un 70 % que han recibido algún tipo de charla, pero cuando les preguntas si la información ha sido buena o suficiente, te suspenden. No ha sido suficiente.
Además, durante la pandemia no hemos hecho educación sexual. Durante tres cursos no han recibido absolutamente nada de educación sexual. Son los centros los que solicitan entrar en el programa, y siempre hay alguno que no lo solicita. A esos jóvenes no les llega la información, a pesar de que la ley marca que tiene que hacerse de manera obligatoria en el currículo escolar.
Entre vuestros datos leíamos que casi un tercio de adolescentes no utilizan métodos anticonceptivos. Muchos porque no tienen relaciones sexuales, pero muchos responden que no saben/no contestan. ¿Hay alguna hipótesis sobre esto?
R.- La primera vez que leí la encuesta de la SEC, siendo yo residente, me sorprendió mucho, también cuando empecé a trabajar, ese porcentaje. En general es muy alto el porcentaje de mujeres que usan métodos anticonceptivos; el 22 % no lo hacen. En este grupo están, claro, mujeres con relaciones sexuales con otras mujeres, y no necesitan ciertos métodos. Otras que quieren quedarse embarazadas o que no tienen relaciones. Pero dentro del 22, hay un 34 % de mujeres que necesitan un método anticonceptivo y no lo usan. ¿Por qué? Tengo muchas mujeres en la consulta que te dicen que utilizan métodos como la marcha atrás, por ejemplo; que nunca han tenido ningún susto. Hasta que te llegan a la consulta de urgencia porque se han hecho un test y están embarazadas. A ver, la marcha atrás es más efectiva que no hacer absolutamente nada. Pero que no te haya pasado nunca nada no significa que te la puedas jugar. Es fundamental que esta información la tengan desde pequeñas.
Y no solo sobre embarazos no deseados. Les damos información sobre otros métodos más efectivos que el preservativo, y también sobre la posibilidad del doble método, para evitar embarazos y enfermedades de transmisión sexual. Es un doble filtro, una doble portería que si se rompe una, tengo otra.
El miedo a dar esta información, imaginamos, en relación con la educación afectivo-sexual, es que incita a tener prácticas sexuales, ¿tiene esto alguna base?
R.- No, no, es otro falso mito que podríamos tener en la web perfectamente. Cuanta más educación sexual tienen las y los jóvenes, mejor utilizan los métodos anticonceptivos en sus relaciones sexuales, menos riesgo hay de ITS, de embarazos no deseados y no implica que vayan a empezar sus relaciones antes. Las empezarán cuando les toque, pero lo harán con esa información y haciendo hincapié en que las relaciones sean respetuosas, seguras y en el momento en el que quieran, que sean libres.
Dar educación sexual no adelanta el comienzo de las relaciones sexuales de nuestros niños y niñas. Absolutamente no.